Mudando mis recuerdos

Estoy de mudanza, de limpieza, de movilización. ¿Qué es una mudanza si no mover trastos de un lugar a otro y deshacerte de los que ya no te sirven? No hay mejor momento para hacer limpieza que un traslado. Yo estoy de mudanza, pero de recuerdos, de esos que pesan, que ocupan un sitio de tu mente que debería estar reservado para lo nuevo, lo que está por llegar. Estoy vaciando mi mente y compartimentando todo lo que he guardado en ella. Cuántos recuerdos. Qué de momentos vividos.

Muchos de ellos se quedan en la caja que llevaré siempre conmigo. Conversaciones, personas, instantes. Todos ellos se vienen porque cada vez que desembale esos cartones sé que me voy a encontrar con una sonrisa, una caricia en el alma y una inyección de energía. Sí, definitivamente esa caja se viene conmigo. Esa y algunas más. Al final cuesta desprenderse de las cosas porque siempre hay algo positivo en todo lo que recuerdas, en todas las experiencias de vida. 


Algunos de los recuerdos dudo si meterlos en la caja del reciclaje porque son esos que no pesan pero tampoco sirven. Momentos efímeros que sirvieron y ya no valen. Recuerdos de usar y tirar como aquellas cámaras de fotos que al terminarse el carrete se desechaban pero que tuvieron una bonita vida de 24 o 36 fotos. Esos recuerdos tuvieron vida. Ya no. 

Lo que tengo claro es qué recuerdos meter en la caja negra que se queda en el camino. Aquellos que duelen, que pesan y que no me dejan seguir andando. Cuesta dar el paso de romper en pedazos algo tuyo pero cuando lo haces llega esa sensación de libertad, de caminar por la vida sabiendo que puedes comerte el mundo porque está hecho para ti. 


Adiós a todo eso que me provocó noches de insomnio, tardes de lágrimas y esperas eternas. Adiós a esas fotos que recogen momentos de mentira, que fueron sin serlo y que no volverán a ser jamás. Adiós también a esas palabras que fingían ser algo contrario a lo que realmente eran. Son despedidas necesarias para dejar espacio a todos los saludos que vendrán. 

Estoy de mudanza de recuerdos, de limpieza. No me dejo mucho en el camino pero sí lo suficiente. Sólo me llevo lo que mi fuerza me permite cargar. Lo que realmente vale.

Conmigo se vienen los recuerdos que me hacen feliz. 


"Aquí estoy, acumulando cajas en el trastero de mis recuerdos" 
(M.F.)

Comentarios

  1. "Adiós a todo eso que me provocó noches de insomnio, tardes de lágrimas y esperas eternas. Adiós a esas fotos que recogen momentos de mentira, que fueron sin serlo y que no volverán a ser jamás. Adiós también a esas palabras que fingían ser algo contrario a lo que realmente eran."

    Simplemente increible. Todos deberiamos acumular cajas en el trastero de nuestros recuerdos.
    Gracias por recordarnoslo

    Lara

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  2. La gran virtud del Ser Humano es tener la capacidad de olvidar lo que nos hace daño y, por contra, que un simple acorde musical, un olor o una cualquier otra sensación captada por nuestros sentidos, rescate un bonito recuerdo de nuestra memoria. Afortunadamente ésos, los hermosos, siempre perduran. Así que, según lo que nos enseñas, nuestro objetivo es llenar cajas y cajas de momentos maravillosos y que nuestras mudanzas a lo largo de la vida se compongan cada vez de más cajas... Precioso y didáctico post. Muchas gracias por deleitarnos con la lectura de tus palabras.

    Besos,
    JL

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