Una vuelta al calendario

Hoy paso la página de mi calendario improvisado, ese que fui construyendo a golpes, a fuerza de conversaciones regadas de lágrimas, también con sonrisas y dudas. Hoy paso la página y no encuentro nada. O lo encuentro todo. Quién sabe. 

Una vuelta entera al sol y sigo igual, en el mismo sitio, recordando momentos. Ese momento. Pensando en lo que nunca fue, en el punto y seguido que supuso, en que nunca fue un punto y final. Puntos en suspenso. Tiempo que no aclara pero que pasa. Tiempo que no resuelve pero recuerda, ya sin dolor. 


Un año después sé que los caminos nunca llegaron a juntarse. Tampoco lo harán. Inspiraron, eso sí, muchas de las letras que aún reproduzco y siempre leo. Letras que curan, que ayudan y que solucionan. Resuelven dudas o, al menos las plantean. Algo es algo. 

Vuelvo la página de mi calendario y ya no hay nada, un río que sigue su curso, que nunca llegó a desviarse. Tu historia, la mía, sólo fue un afluente, tal vez un pequeño arroyo que fue a morir a un mar de dudas. De preguntas sin resolver. De respuestas en el aire a la espera de encontrar dueño. Respuestas huérfanas. 

Trescientas sesenta y cinco páginas después aquí seguimos. Sin más pero también sin menos. Compartiendo logros en la distancia, penas que nos unen, miradas que hablan pero que no alcanzan a decir nada. Compartimos voces a través del cristal, sonidos atrapados entre cuatro paredes testigos del paso del tiempo, del paso de la vida. 


Hoy cierro mi calendario. También el tuyo. Lo hago sabiendo que un ciclo se cierra con esta última página y creyendo que yo también puedo hacerlo. Lo hago también con orgullo por vivir ahora con el recuerdo de una bonita historia a destiempo. Por haberlo hecho a tiempo. 

Termina mi calendario, el nuestro. Lo cierro con cariño y lo guardo en la segunda fila del cajón de mis recuerdos. Historias en papel. Estaciones de vida, de una vida que continúa. 

"Recordar es fácil para quien tiene memoria. Olvidar es difícil para quien tiene corazón"
(Gabriel García Márquez)

Comentarios

  1. Me encanta leerte, Marta. Porque escribes bien. Porque expresas muy bien tus sentimientos, sin herir a la otra persona. Y porque tienes un mucho de poeta.

    ResponderEliminar
  2. Tal y como nos tienes acostumbrad@s, una delicia de artículo... Ha merecido la pena la espera, :-) Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  3. Franci, José Luis, muchísimas gracias por vuestros comentarios, por formar parte del blog. No dejéis de trasladarme vuestras impresiones, que me encantan. Gracias por ser lectores fieles. ;-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario