Un mundo del revés

Hace tiempo que siento la necesidad de sentarme frente a esta hoja en blanco virtual para tratar de poner orden a un mundo interior que, igual que el que tengo a mi alrededor, está patas arriba. Desde hace meses siento la intensa necesidad de "parar el mundo" realmente. De pararlo y alejarme para ver qué está pasando realmente y qué estamos haciendo. Pero tampoco encuentro las palabras. 

Emociones que se agolpan, que luchan por salir, pero que no encuentran el modo de hacerlo... ¿cómo puedo explicarme a mí misma todo lo que estoy viviendo o dejando de vivir por culpa de un virus que ha puesto del revés mi realidad? Una realidad que estaba lejos de ser fácil pero que era la mía, la que estaba viviendo hasta marzo de 2020, con sus sombras pero con sus muchas luces incipientes. Una realidad a la que estaba tratando de acostumbrarme, con sus nuevas ausencias pero también con ganas de nuevas ilusiones, de mirar para adelante. 



De pronto, de un día para otro, hay que recomponerse, encerrarse, taparse, evitar tocarse, abrazarse, disfrutarse... Y lo virtual pasa a ser la única forma de mantener el "contacto". Y hay que hacerlo así para cuidarse y cuidar. Y te ves tomando decisiones que nunca creerías, inventado mundos para un niño que con año y medio sólo quiere explorar, aprender, relacionarse con sus iguales... y no puede. Porque si la maternidad/paternidad es complicada, en mitad de una pandemia es como tirarse desde un avión pero sin tener la seguridad de que el paracaídas se va a abrir. 

De pronto tus prioridades cambian y también tus necesidades. Y necesitas de gente a la que no puedes tocar y también necesitas echar de tu lado a esas otras personas que siempre te han restado porque cada vez eres más consciente de que la expresión "tiempo de calidad" te la tienes que tatuar a fuego como un mantra, para que nunca se te olvide. Porque el tiempo es limitado y no estamos para perderlo. 



Hoy quiero pensar que todo volverá a ser como antes, que no nos miraremos con miedo detrás de una mascarilla, que volveremos a disfrutarnos como hacíamos hasta el mes de marzo, que iremos a fiestas, que reiremos juntos y nos abrazaremos cuando haya algo que celebrar, también para consolar... porque el duelo en mitad de una pandemia es más duelo, si cabe. Pero de eso ya hablaremos más adelante. 

Hasta que ese momento llegue y mientras seguimos soñando con que 2021 tenga el remedio para un fatídico 2020, cuidémonos. Juntos. 


"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas"(Mario Benedetti)

Comentarios

  1. Éramos felices y no lo sabíamos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto!!! Espero que esto nos enseñe a valorar muchas cosas. Un abrazo, Lara.

      Eliminar
  2. Qué sabio Benedetti! Lo que nos demuestra la Historia es que las civilizaciones humanas pasamos cíclicamente estas crisis sociales y económicas. Y me da que no podemos cambiarlo, sólo intentar acelerarlo y que pase cuanto antes para volver a construir y a crecer. La Historia también dice que saldremos de ésta, la que nos ha tocado vivir a nuestra generación. Mucho ánimo, Marta, y no dejes de escribir. Besos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario