No es fácil, no siempre salen las palabras y cuando salen se
desvanecen al encontrarse con tus ojos que ya no miran, que atraviesan. No es
fácil romper el silencio, a veces eterno, de la distancia. Esa distancia que ha
supuesto la pérdida de momentos entre los dos y que ha vivido, o malvivido
mejor dicho, de recuerdos.
Qué difícil es atravesar la niebla que hay entre los dos,
esas nubes de tormenta que, con el tiempo, se han convertido en una mera bruma
lo suficientemente espesa como para sólo intuirnos. Porque estarás conmigo en que
ya al mirarnos no nos vemos. O nos vemos sin mirarnos, quién sabe.
Qué fácil sería todo si al abrir la boca salieran solas las
palabras, si fluyeran, como en su día fluía todo entre nosotros. ¿Te acuerdas? Qué
fácil era entenderse con sólo mirarse, viendo sólo un gesto de tu mirada parda,
o distinguiendo ese tic tan tuyo cuando algo no te gusta. Cómo nos entendíamos.
Ahora todo cambia. Nada es como cuando veíamos las mismas
películas y disfrutábamos de la misma música en directo… qué manera de cantar
en aquel concierto, ¿recuerdas?. Ahora rebusco entre nuestros recuerdos por si
alguno me mostrase el modo de llegar de nuevo a ti, de explicarte, de decirte
todas aquellas cosas que nunca te dije por miedo o por vergüenza. Quizá por
inexperiencia o tal vez por juventud, si es que no se trata de lo mismo. Y es
que mira que éramos jóvenes ¿eh?
Déjame intentarlo. Déjame empezar por un “lo siento”, que siempre
funciona porque desarma. Lo siento. Dos palabras a modo de pañuelo blanco, de son de paz, porque
la guerra, la nuestra, terminó hace ya unas cuantas vueltas al calendario. Lo siento
por todo lo que te dije y siento mucho todo lo que callé. Siento también no haber sabido
interpretarte cuando todavía tenía sentido.
Por todo ello y por todo lo demás déjame decirte, o déjame
intentarlo al menos, que a pesar del tiempo… te quiero.
"Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos porque se convertirán en tu destino"
(Mahatma Gandhi)
Simplemente maravilloso. En la vida siempre nos queda algo en el tintero, siempre nos queda algo que decir a esa persona que un día fue lo máximo para nosotros y que aún hoy se encuentra en un rinconcito de nuestro corazón. Gracias por aportarnos todo ésto. Es un placer escucharte, leerte, seguirte en redes sociales...guapa. Un besazo extremeño Marta.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Antonio por compartir tu tiempo conmigo. Es un lujazo saber que estás al otro lado de la radio y del blog. Te invito a que sigas contándome todo lo que quieras por aquí o por las redes sociales. Un beso fuerte.
ResponderEliminarQué bien describes las emociones, Marta, eso que reside en lo más profundo del corazón y que tanto cuesta manejar. A la cita de Gandhi añadiría que también hay que cuidar los actos porque se convertirán en modelo a seguir por nuestra descendencia. Enhorabuena de nuevo por tu post! Saludos
ResponderEliminarMil gracias José Luis!!!!!
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